miércoles, 24 de febrero de 2010

de visita en la librería

Quiero compartir mi experiencia la primera vez que fui a la librería con mi hijo.
Se acercaba el cumpleaños de una amiga, y después de meditarlo decidí regalarle un libro.
Por supuesto mi visita a la librería tenía que ser breve ya que en mi lista de pendientes teníamos muchas cosas que hacer después de comprar el regalo.
Decidí llevar a mi niño que en ese entonces tenía un año, ya había estado en una librería antes, pero esta era la primera vez que venía caminando junto con mama.
El recorrido era sencillo, ir a la sección de libros de diseño, elegir un libro rápidamente y correr a la caja a pagarlo.
En teoría suena muy bien, sin embargo fue muy diferente en realidad.
Para llegar al área de libros de arte y diseño era necesario pasar por la sección infantil, y mi chiquitin no daba crédito a lo que sus ojos veían, por unos instantes de detuvo y después corrió a sacar cuanto libro podía, los sacaba, observaba la portada y los dejaba en el piso, mi primera reacción fue por supuesto empezar a reacomodar todo el tiradero, pero inmediatamente comprendí lo fascinante de ese momento, Eitan había comprendido que en ese espacio se encontraban los más grandes tesoros y era él quien debía emprender la búsqueda para descubrir todos y cada uno de ellos.
Mi lista de pendientes desapareció, decidí dedicarme a disfrutar junto con el de tan importante aventura. Esa tarde nos sentamos juntos observamos, leímos y exploramos varios títulos que hoy en día forman parte de nuestra biblioteca del hogar, por supuesto compramos el libro para mi amiga, quien fue muy feliz con su regalo de cumpleaños, y como moraleja siempre que voy a la librería con mis hijos en mi lista de pendientes no existe nada más que pasar un buen rato en compañia de los libros!

La imagen es de una librería en Beijing, diseñada por el arquitecto Keiichiro Sako, que placer entrar a una librería así.

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